COMPARTIMOS CON VOSOTROS UN INTERESANTE ARTÍCULO DE AIDA VALLES.
La mujer perfecta está claro que no existe, al igual que no existe el hombre perfecto, pero realmente, ¡ni falta que hace! Cada uno de nosotros tenemos nuestras características y nuestras particularidades que nos hará que les gustemos o no a unos y a otros.
Pero si es verdad que los hombres y las mujeres nos fijamos en cosas diferentes a la hora de buscar pareja.
A grandes rasgos si es verdad que lo que más tienden a buscar ambos es que la persona sea inteligente y que le haga reír, es verdad que estas características van acorde con cómo es cada uno.
Es decir, si yo soy una persona muy inteligente, intentaré buscar a otra persona que esté en el mismo nivel más o menos, de hecho las parejas que más se parecen en nivel de inteligencia son las más propensas a permanecer juntas.
Pero como os decía, los hombres y las mujeres no buscamos lo mismo, y esto puede suponer un problema a la hora de entendernos.
Como psicóloga especializada en sexualidad y pareja, no dejo de ver en consulta como nosotras hacemos sin darnos cuenta una “lista de la compra” para elegir pareja, donde ponemos un sinfín de características imprescindibles para nosotras y el resultado final suele ser una persona tremendamente parecidas a nosotras.
Es decir, las mujeres tendemos a buscar a una persona que sea como nosotras.
Y no me malinterpretéis, esto como idea de base tiene toda la lógica del mundo, porque yo que soy una tía estupenda, lo lógico es que busque a una pareja que sea como yo.
Pero es aquí donde reside la trampa, porque cuando buscamos el calco a nosotras mismas, corremos el riesgo de encontrarlo y darnos cuenta que en muchos aspectos es fácil chocar.
Si yo tiendo a ser muy cabezona, si mi pareja es exactamente igual que yo, es probable que tengamos bastantes conflictos o nos cueste ponernos de acuerdo.
Mientras que, los hombres por su parte buscan a una pareja que los complemente.
¡Ojo! No que los complete, que a estas alturas ya sabemos todos que somos personas completas y no la mitad de nada.
Pero si es verdad, que los hombres a la hora de elegir priorizan cualidades que saben que a ellos les faltan o no la tienen tan desarrollada y ven en su pareja una posibilidad de complementarse y poder crecer.
Esto también tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, buscar a alguien que te complemente no implica buscar a alguien que cuide de ti y se encargue de tu persona, ni mucho menos.
Se trata de entender que si yo por ejemplo tengo momentos en los que me cuesta ver el lado positivo a las cosas, mi pareja ideal será aquella que me ayude a ver una alternativa diferente, ya que si es tan negativa como yo, nos costará salir de ahí y puede repercutir a la larga en la relación.
El mundo de las relaciones puede llegar a ser tremendamente complicado, porque realmente existen diferencias a la hora de comunicarnos y de priorizar unas cosas u otras, pero empezar a entender estos pequeños matices nos pueden ayudar bastante a entender porque me puede costar encontrar a alguien con el que encajar.