La manipulación o chantaje emocional dentro de la pareja puede darse de manera aislada y no es motivo de preocupación si ocurre en algún momento puntual y si se sabe detectar, reconocer y posteriormente hablar abiertamente sobre ello. Todos tenemos cosas que aprender y dentro de la pareja se dan sinergias entre los dos miembros que a su vez tienen que lidiar con conductas adquiridas y miedos. La vida es un aprendizaje continuo y lo bonito de crecer junto a la persona que amas es que ambos podéis aprender mucho el uno del otro. Pero, ojo, si la manipulación emocional se da de forma habitual y se usa demasiado como recurso para «resolver» conflictos o como forma de comunicarse es necesario pararse y tomar medidas.
La manipulación emocional se usa por personas que no quieren o no saben pedir de forma directa lo que quieren o necesitan y que no saben gestionar una comunicación efectiva y sincera, bien por desconocimiento o porque realmente lo que quieren es inviable y necesitan conseguir lo que quieren de forma indirecta recurriendo a sutiles técnicas de engaño. Esta se lleva a cabo mediante una serie de acciones que tienen como objetivo la distorsión mental de la persona con el fin de ejercer algún tipo de control sobre la misma. La manipulación puede hacerse consciente y deliberadamente o en ocasiones puede ser de forma inconsciente debido a falta de recursos o herramientas para gestionar algún tipo de conflicto (pensemos en un niño pequeño que aún no dispone de herramientas para lidiar con un problema, algo que sí debería tener un adulto.)
Muchas veces vemos comportamientos de este tipo en personas adultas y esto puede ser por múltiples razones: desde un problema de autoestima, ausencia de figuras de referencia en la infancia o progenitores sobre protectores, padres igualmente manipuladores de los cuales adquirieron esas conductas, o en casos más graves pueden ser síntomas de patologías como el trastorno límite de la personalidad o características de una personalidad narcisista.
Sea como fuere, este tipo de conductas son muy dañinas en general y dentro de la pareja puede tener consecuencias muy negativas para la persona que lo sufre.
TÉCNICAS DE MANIPULACIÓN MÁS HABITUALES EN LA PAREJA.
Victimización
La persona que lo hace adopta un rol constante de víctima mediante una serie de comportamientos que pueden ser desde mostrar actitud pasiva ante los problemas culpando de los mismos a la otra parte así como engrandecer los hechos con el fin de que la otra persona se sienta culpable de todo lo que le ocurre.
Ley del hielo
En lugar de hablar los problemas o los hechos ocurridos, la persona que aplica la «ley del hielo» retira la palabra a la otra persona e incluso la evita y tiende a desaparecer. Esto crea muchísima frustración a la pareja que, no sólo no puede ni sabe qué hacer, sino que desconoce lo que está pensando la persona a la que quiere y esa incertidumbre causa mucho dolor. Se usa a modo de castigo y chantaje emocional retirando lo que más quiere la otra persona.
Gaslighting
Negar unos hechos o algo que ha ocurrido o se ha dicho generando en la otra persona desconcierto y dudas. Ya que esas afirmaciones vienen de la persona que más quieres, la otra parte puede llegar a dudar de sí mismo/a y puede tener muy malas consecuencias a la larga en su autoestima.
No cumplir las promesas de cambio.
Cuando se pide perdón o disculpas pero no vienen acompañadas de un cambio de comportamiento es manipulación.
Amenazas o castigos.
Las amenazas nunca deberían darse dentro de un vínculo entre dos personas adultas y mucho menos los castigos. Se debe de tener la suficiente madurez mental e inteligencia emocional para poder resolver cualquier cuestión que afecte a la pareja.
Si estás reconociendo alguno de estos comportamientos en tu pareja, debéis sentaros para solucionar si es posible lo que está generando el problema e intentar encauzar la relación con otra forma de comunicaros. Si no es posible, deberéis acudir a un especialista de parejas o a terapia individual y en casos extremos, replantearos vuestro bienestar en esa relación.
